Caperucita es un relato que sirve para educar a las niñas en que no deben entrar en las camas de hombres malvados que no conocen previamente.

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Miriam Oller es el disfrute de la palabra y el gesto. Es sentirte bien a su lado, sólo mirarle a la cara y dejarte llevar por sus relatos. Hasta la comunicación de sus propias experiencias tienen un toque de dulce hada madrina. Su vida es el teatro. Estudió Arte Dramático especializándose en Interpretación Textual. Aunque es granadina, se siente «murciana de pura cepa». Vive en la Huerta de Arriba, de Alguazas, a dos zancadas de Las Torres de Cotillas donde lleva ya once años trabajando como monitora de taller y, a su vez, realiza un programa a través de la televisión local dirigido a veinte mil niños.

- Durante el verano muchos ayuntamientos, entidades públicas y privadas organizan programas especiales de actividades en las que incluyen el teatro. ¿Ocupa el lugar que se merece el teatro infantil?

- No. La mayoría de obras van dirigidas a los adultos. Como mucho, de cada cuatro actividades teatrales que se programan, una es para el público infantil. Es una lástima, porque la afición por el teatro debe asimilarse en la infancia, y debe entrar a formar parte de la actividad normal del niño como estar en casa o realizando cualquier otro juego. Si de pequeño disfruta del teatro, de mayor para él será una gozada.

- Quizás sea la causa de que no abunde demasiado público en las obras dirigidas a adultos.

- Por supuesto. Esa es la raíz del problema. Las generaciones de personas mayores que hoy viven no disfrutaron del teatro en su infancia. Las aficiones se adquieren o se inician en la infancia.

- ¿No son algo pelmas los cuenta cuentos?

- Todo lo contrario. El cuenta cuentos, sabiéndolo trabajar bien, los niños se divierten mucho. No hay porqué ajustarse a unas normas rígidas. El narrador del cuento está cerca del niño y puede comprobar con las expresiones de sus caras si se encuentran a gusto o no, o si les encanta más o menos. Llevo muchos años contando cuentos y ninguno es igual a otro.

- ¿Es cierto que Caperucita Roja es un cuento erótico?

-Sí, es un cuento que sirve para educar a las niñas con el fin de que no practiquen la sexualidad con cualquier persona. No deben entrar en las camas de hombres malvados que no conocen previamente. Es como un control de los deseos femeninos. Pues ya vemos qué es lo que hace el hombre malvado; es decir, el lobo: se come a la abuela, miente, etcétera. El leñador es la figura del padre, el protector que salva a la niña.

- ¿Existen cuentos veraniegos?

- Por supuesto, los cuentos de viajes. Podemos trasladar la mente de los niños a países exóticos. Son cuentos que sirven para iniciar las vacaciones, para revivir en el niño los deseos de aventuras. Cuentos con piratas en el mar, de astronautas con las estrellas, ninfas de los ríos, alas de los bosques. Cuentos de vacaciones con la fantasía que traslada a los más pequeños a lugares mágicos.

-¿Quién debe ganar en el cuento, el bien o el mal?

- En los cuentos deben estar ambos elementos, como en la vida misma y en una continúa pugna, pero al final el bien siempre debe vencer al mal. Es como una forma de preparar al niño, pero, al final, éste debe irse a casa tranquilo después de una sesión de cuenta cuentos. Nunca puede ganar el Capitán Garfio.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 9/12/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.