Ha creado los trofeos que se entregarán a la faena más artística y el matador más destacado de la feria taurina de Murcia.

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No es muy popular el nombre del escultor Dionisio Page, aunque sí conocido y respetado, pese a su silencioso retiro, principalmente entre los cientos de alumnos que han seguido sus enseñanzas, como catedrático, durante veintitrés años, de la Escuela de Artes y Oficios, en la que ocupó la vacante de González Moreno. Alumno de Fernando Cruz Solís -«un verdadero renacentista en el siglo XX»-, con él preparó su ingreso en la Academia de Bellas Artes. Acabada la carrera consiguió plaza de catedrático en Cádiz, desde donde dio su salto a Murcia. Pese a su silencio, Dionisio Page ha recibido importantes premios a nivel nacional, en Madrid, Sevilla o Cádiz. Este año es autor de los trofeos que, dentro del programa Feria y Toros del Ayuntamiento de Murcia, premiarán tras la feria taurina de septiembre al triunfador y a la faena más artística.

- ¿Sería un honor ocupar la plaza que dejaba González Moreno?

- Pues sí, aunque quizá teníamos distintos modos de ver las cosas. Como yo me volcaba mucho con mis alumnos, González Moreno me decía que me iba a quemar en poco tiempo. Le respondía que a mí me pagaban por atender por igual a todos los alumnos. Creo que él no comprendía esto.

- Lo que no se comprende tampoco es que apenas se conozca la obra de un maestro de la escultura como usted.

- Mire: yo tengo un estudio donde siempre he trabajado y donde se encuentran muchas de las esculturas que he ido realizando a lo largo de mi vida.

- Lo raro es que no se conozcan porque no haya expuesto. ¿A qué se debe?

- Yo nunca me he negado a sacar mi obra, pero tampoco he tenido a nadie que me haya apoyado para sacarla. He vivido también la circunstancia de que quizá la escuela me quemó mucho. Me he entregado mucho a mis alumnos. He enseñado a Lola Arcas, Antonio Rosa, González Beltrán, Manuel Pérez... Son algunos de los alumnos más destacados. Quizá les he enseñado a aceptar que las relaciones públicas valían tanto como hacer algo. Pero yo no lo he hecho.

- De verdad, ¿nunca le han apoyado para exponer su obra?

- Jamás.

- ¿Y no se siente un tanto frustrado?

- Es que yo me he planteado mi obra, como el que trabaja para uno mismo, para el propio gozo. Quizá cuando no esté ya en este mundo mi obra se puede desperdigar, porque mis hijos no la van a tirar, y habrá gente que la desee. Yo he hecho muchas esculturas, aunque no se sepa, que están desperdigadas por Madrid.

- Al margen de esto, ¿ha encontrado otras dificultades?

- Simplemente, el hecho de que he tenido que empezar tres veces: en Madrid, en Cádiz y en Murcia. Ahora, y cuando han venido a pedirme unas esculturas, como estas de toros, siempre me han encontrado.

- ¿Le resultará grato que ahora nos encontremos con su obra y se conozca su nombre?

- Es una gran satisfacción, claro. Lo que sucede es que no me preocupa que mi obra pueda aparecer ante los demás, antes o después. Tengo mi propio concepto de ver las cosas. Yo no tengo necesidad de exponer mis esculturas en una casa de regalos.

Figuración

- ¿Cómo ha sido y es su obra? ¿Ha hecho de todo?

- No. No he llegado a la abstracción, porque nunca me ha interesado. He llevado mis figuras a un cubismo de planos, pero mi obra siempre ha estado dentro de la figuración. He intentado hacer cosas de todo tipo, pero no todo me ha interesado, porque yo me encierro más en mi manera de expresarme. Me vuelvo loco buscando la expresión de una mano, de una figura. Lo único que puedo decir es que mis esculturas son verdaderas, sencillas y salidas del corazón, una por una. No me interesa el tema.

- ¿Ni cuando se trata de temas taurinos?

- La verdad es que yo de toros no entiendo mucho, pero sí las he hecho del modo que he dicho. He tocado todos los temas con la mayor libertad, por mi formación de oficio. Pese a los reveses, me siento feliz. No sabe lo que gozo yo haciendo mis obras, porque, además, es lo único que sé hacer en la vida. Para todo lo demás he sido un patán.

- A estas alturas, ¿todavía queda algo que le hiciera ilusión como escultor?

-Satisfacer a mi mujer. Y sería si mi obra saliera a la calle. Acaso una gran exposición. No me niego, siempre que reciba el apoyo necesario.

Fisgoneado en La Verdad.

This entry was posted on 9/16/2009 and is filed under , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.