Cultura y Tradición a través de Imágenes

Es una fruta muy apetitosa para quien le gustan; pero a quien no... Yo tengo unos de color blanco, muy buenos para las enfermedades del riñón.

Los higos chumbos se encuentran entre las frutas más gustosas o detestadas. Hay quien, en cuanto se mientan, muestra un rictus de desprecio, frente a quienes los defienden como un producto de sabor exquisito. Se cuenta que el sorbete de chumbo es un producto delicioso, que surgió de la mente restauradora del amigo Raimundo, el otrora propietario del Rincón de Pepe. Ahora, las chumberas - paleras, por otro nombre- sufren una plaga, que las cubre de un manto blanco y pegajoso, y las va destruyendo, sin que nadie se haya dignado defender su supervivencia. Si en la puerta de acceso al Mercado de Verónicas está Pedro, quien llega cada mañana desde Lorca, con su coche cargado de cajas de chumbos, que vende al natural o pelados, en la puerta posterior, Blasa Alacid se presenta los lunes y jueves, dispuesta a ofrecer tan discutido fruto. Los restantes días de la semana son su marido e hijo los encargados de la venta. Dentro de poco, por esa maldita enfermedad incontrolable, será casi imposible encontrar n tierras murcianas higos chumbos o de pala, como los que Blasa vende.

- ¿De dónde viene usted con esos higos?

- De Fortuna, cada día. A las seis de la mañana, con mi marido y mi hijo tomamos nuestro café, y después nos vamos a coger los higos que vendemos aquí cada día.

-¿Es muy complicado cogerlos?

- Cuando se está acostumbrado, no mucho, pero hay que llevar cuidado, desde luego, aunque usamos guantes para evitar las pinchas.

- ¿Cómo se comporta la clientela?

- La verdad es que este año no se nota una buena venta. Casi siempre vienen las mismas personas, pero parece que este año vienen menos. Tratamos a todo el mundo de la mejor manera. Si llega alguien y me dice que un higo le ha salido agrio, yo voy y le doy una nueva bandeja. No compran mucho, no. Pero no hacemos otra cosa. Mi hijo está en el paro, y algo tiene que hacer para ganarse un poco de dinero.

- Vendrán menos clientes, porque los higos estarán muy caros. Los he visto a ocho euros el kilo en El Corte Inglés.

- Nosotros los vendemos la docena a dos euros y medio, sin pelar, o a tres, pelados. No es un precio caro, porque llevan mucho trabajo. Hay que cogerlos, limpiarlos, lavarlos, traerlos, pelarlos... Tenemos los mismo precios desde hace cuatro años. Vendemos menos por la crisis. La gente no está trabajando, no gana dinero y no tiene para comprar nada.

- ¿Puede ser que se va perdiendo la afición a comer higos chumbos?

- No es eso. Es que hasta la venta de higos chumbos ha bajado por culpa de la crisis..

- ¿De verdad también se nota en esto la crisis?

- Sí se nota, sí.

- A lo mejor se tiene temor a comerlos porque se dice que es una fruta que impide desahogar el cuerpo convenientemente.

- Dependerá de cómo es cada cual y de los higos que coma. Mire: yo me como una bandeja y voy al aseo mejor que si no los comiera.

- Porque como son suyos y los conoce, se comerá los más adecuados.

- Los higos no son míos. Nosotros compramos un paleral por la sierra, cerca de Fortuna, y, mientras haya higos, venimos a vender.

- ¿No les ha afectado esa plaga que va eliminando las paleras?

- Donde nosotros vamos, todavía no ha llegado, pero si se va acercando. Veremos si el año próximo ya nos quedamos sin nada.

- ¿Qué es lo mejor que puede encontrarse en esta fruta?

- Lo mejor es que son muy apetitoso para quienes les gusta; pero a los que no... Yo no sé lo que pueden decir los demás. Pero sí le digo que tenemos unos higos chumbos de color blanco, que parecen muy buenos para curar enfermedades del riñón. Los que sufren estas enfermedades, en cuanto los ven, me los compran.

-Hay otros rojos. ¿También tienen propiedades sanitarias?

- Creo que todos son iguales. Solo se diferencian en el color.

Fisgoneado en La Verdad.