Sustituirán los rodillos que llevan los niños en la cabeza por cordones traídos de Egipto.
A los 14 años se apuntó en la agrupación de la que ahora, con 51, es presidente, la Oración en el huerto (Cofradía California). Manuel Rafael Ruiz Máiquez ha sido elegido casi por unanimidad como nuevo máximo dirigente de la directiva, de la que forma parte desde 1981.
-¿Cuáles son sus proyectos como nuevo presidente?
- Pagar lo que debemos. El año pasado sacamos trono nuevo el Viernes de Dolores y aún queda que pagar una parte. Además, no está terminado aún. Para este año vamos a cambiar los rodillos que llevan en la cabeza los niños el Domingo de Ramos por cordones traídos de Egipto. Pero no debemos planear más cosas con la situación económica como está.
- ¿Cuál es la procesión de su cofradía que más le gusta?
- La del jueves, la del Silencio. Salí durante dos años con el Cristo de los Mineros cuando era joven. Lo que me gusta es el estilo, los sonidos de las cañas y las lágrimas de los hachotes. Es la más seria. Y también me gusta mucho la del Domingo de Ramos, porque la ilusión que tienen los críos es especial.
- ¿Y de otras cofradías?
- La del Resucitado, porque es distinta y mucho más alegre. También salí en esta durante una época, porque mi hermano era el presidente del San Juan y por echarles una mano, pero nunca me di de alta en la cofradía.
- ¿Qué cambiaría de la Semana Santa?
- (Manuel se ríe) Muchas cosas, pero es muy difícil cambiarlas y no debo decirlo. No es por la gente, sino por la gestión que se hace. Pero no se puede hacer nada.
- Al vivir fuera de Cartagena, ¿cómo se organiza?
- Tengo que estructurar y repartir mucho las tareas para que la gente tampoco se cargue con mucho trabajo y poder dar la cara en lo que haga falta. Somos treinta y trés en la directiva y nos organizamos bien. Es un follón para mí, porque tengo que hacer más viajes. Para los cabildos, cuando salgo de trabajar, voy a casa, como y después vengo a Cartagena, para volver cuanto antes a casa.
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