Cultura y Tradición a través de Imágenes

La saga familiar de los Tovar mantiene viva la tradición de 'Los cherros', un ritual carnavalero «muy serio y a la vez muy divertido».

No son todos los que están, pero hace varios años que la saga familiar de los Tovar, desde el padre con 75 años hasta uno de los hijos con 18, y conocidos en las localidades de Zeneta y de El Raiguero-La Villa como Los Rosquillas, cogieron las riendas de recuperar el festejo de Los cherros. Le han proseguido otros vecinos. Bibiano Andreu es el documentalista del grupo de amigos, que se transforman junto a otros vecinos en los llamados cherros: un ritual que repiten cada año durante las fiestas del carnaval.

- ¿De cuándo data esta fiesta?

- Es una tradición muy antigua, nosotros siempre la hemos conocido y nuestros antepasados dicen que siempre se ha celebrado; participando vecinos de la pedanía murciana de Zeneta y de la pedanía benielense de El Raiguero-La Villa, población que está totalmente unida entre sí; incluso las dos poblaciones dependemos de la parroquia del Rosario, de Zeneta.

-¿Qué recuerdo más antiguo tienen de esta celebración?

-Siempre salíamos a la calle el último día de carnaval, es decir, el martes de carnaval, aunque ahora se trasladan a fechas posteriores, incluso cuando han finalizado los carnavales en otros pueblos pues es único en la Región y muchos se desplazan hasta aquí para divertirse con nosotros y vernos. Fueron muy famosos Agustín El Braco, Pedro Pericales, Pepe El Doselles eran y somos un grupo de personas mayores y otros más jóvenes, todos muy queridos, y siempre los más divertidos de todo el carnaval.

- ¿Desfilan ustedes organizados como una comparsa?

- En absoluto. Es totalmente espontáneo, nos juntamos cuatro o cinco vecinos, nos colocamos el saco con agujeros y pajas por el cuerpo, muchos cencerros a la cintura y todos atados por cordeles, y uno de ellos va de guía.

- Pues vaya lata que darán ustedes�.

- Perdone, la cosa es muy seria y a su vez muy divertida. Es un ritual, se escenifica como si fuese la compra de los cherros para las zagalas del pueblo, por eso llevamos cencerros y vamos atados con cordeles, les gastamos muchas bromas, pero nunca pesadas, y ellas se divierten mucho con nosotros, y antiguamente cuando no se atrevían a decirle las cosas cuando la rondaban los domingos, pues se lo decían en esos momentos.

- ¿Por qué van pintados todo de azulete cargados con los botes de pintura dentro en los calderos o en botellas dentro de la sera?

- Bueno, debemos de aclarar que no es un azulete de pintura que mancha, sino que azulete precisamente para blanquear la ropa, esto para empezar. Por otra parte había que ingeniárselas paraque este festejo no se perdiese durante el franquismo. Antes salíamos con la cara cubierta, pero cuando se prohibió ir con la cara tapada, nosotros cambiamos los trapos que daban lugar a que no nos identificara nadie a untarnos completamente con azulete, que al final conseguías el mismo resultado y no sólo eso, sino que como siempre íbamos a abrazarles y darles besos a las jóvenes pues les poníamos las caras que no vea usted como nos divertíamos. Y también ahora nos divertimos mucho, pues nada más vernos todos salen corriendo, incluso hasta el alcalde, el cura del pueblo e incluso las abuelas, pues saben que no hacemos distinción sexual ni de edad para dejarles bien marcardos con azulete, seña que los cherros han estado con ellos, incluso corriendo por otras calles adyacentes por donde está establecido el itinerario del carnaval. Si hay que ir a por una o a por uno, pues se va.

-¿Y nadie se ha atrevido a daros una respuesta verbal o física para que os quedéis tranquilos en vuestro pasacalles de carnaval, como Dios manda?

-Nunca. Antes incluso nos ofrecían comida o vino en todos los ventorrillos; es más, incluso llevábamos un caldero zurriendo los duros y pesetas para que colaborasen con los cherros; tenga en cuenta que vamos de venta.

-¡Ya entiendo! Y los vecinos os dan algo para que al menos los dejen en paz.

-¡Sobresaliente cum laude! Pero y qué bien ha entendido usted el tema, incluso hasta el trasfondo de la cuestión. Es usted un buen filósofo, en los tiempos que corren creemos que incluso se merece hasta un puesto directivo.

Fisgoneado en La Verdad.